Aunque muchos vean el ukelele como un juguete o una guitarra pequeña, no es ni una cosa ni la otra. El ukelele se trata de un instrumento tradicional procedente de Hawái, muy utilizado también en la Polinesia.
Para conocer sus orígenes, nos tendremos que remontar a finales del siglo XIX y, en concreto, a la isla portuguesa de Madeira, donde zarpó un barco británico con más de cuatrocientos tripulantes que se dirigía a Hawái para trabajar allí en las plantaciones de caña de azúcar. Según la historia, uno de los tripulantes cogió su cavaquinho, un instrumento de cuatro cuerdas popular de Portugal (también se denomina braguinha), y comenzó a tocar una canción con él, lo que dejó totalmente cautivados a los locales con su sonido.
Los nativos lo denominaron «ukelele» que literalmente significa «pulga saltarina» («uku» es «pulga» en hawaiano y «lele», «saltar»).
Los tripulantes, una vez terminado el contrato en las plantaciones de caña de azúcar, se afincaron en Honolulu y empezaron a trabajar como carpinteros. Fabricaban muebles, pero también instrumentos musicales. En un determinado momento, les dio por crear un híbrido a partir del cavaquinho y se cree que ahí fue donde nació el ukelele, un instrumento que hoy en día es considerado como imprescindible en cualquier grupo tradicional hawaiano.